domingo, 30 de septiembre de 2012

La voz refleja nuestras Emociones



En la filosofía oriental se dice que el corazón es el amo de la voz,  lo que significa que el corazón la controla.
Cuando estamos alegres, cantamos, si estamos enfadados, chillamos, si estamos tristes, lloramos. Aunque estas son generalidades, sabemos que nuestras emociones tienen una consecuencia en la manera de entonar la voz.
En la medicina oriental, las emociones relacionadas con el corazón son:
La alegría en la voz se aprecia como sonrisa. La persona puede estar hablando de un tema banal, pero si su corazón es fuerte e impulsivo, percibimos una energía en sus palabras, que a su vez se nota en un entorno agradable.
Reconocer nerviosismo en la voz, no es necesario ser un experto para notarlo.
Así como el corazón gobierna la voz, los riñones son sus raíces.
Una voz que sale de los riñones, de la parte inferior del cuerpo, es profunda y sonora. Una voz aguda, principalmente en un hombre, indica alguna debilidad de los riñones. Para corroborarlo mirémosle la cara, principalmente la zona bajo los ojos, para ver que existe un problema en los riñones.
La emoción asociada a los riñones es el miedo. Podemos llegar a notar una emoción concreta en la voz, según su tono, firmeza, etc.
Una persona que habla con energía y sinceridad, con cordialidad en su tono de voz, tiene energía en el riñón.
Algunas veces notamos una voz débil, que parece contener ciertas lágrimas, abatimiento. La tristeza crónica suele estar causada por un desequilibrio en los riñones.

Escuchemos el tono que toma la voz cuando habla alguien.

  • baja mucho la voz, haciéndose menos emotiva y más grave
  • sube, haciéndose más emotiva y descontrolada
  • permanece en un tono invariable, monótono
  • es irregular, con una serie de altos y bajos
Esto dirá mucho sobre el estado interior de la persona. Una gravedad que va hacia la angustia indica un problema en los pulmones o el intestino grueso.
Los pulmones son la entrada de la voz, ya que proporcionan el aire necesario para que funcione la laringe.
La emoción asociada con los pulmones es la angustia que puede corresponder con la  tristeza o dolor emocional profundo. La angustia está también relacionada con la rabia; de hecho la angustia da origen a la rabia en muchas personas.
La rabia en la voz indica un desequilibrio en el hígado. Es muy fácil reconocer una voz enfadada.
Si escuchamos una voz muy piadosa y lastimosa, señala una debilidad del bazo.
Es probable que esta persona coma mucho azúcar o beba alcohol, estas dos cosas dañan el bazo. Esta persona debería comer calabaza,  berenjenas y alimentos ricos en minerales, ya que estos fortalecen el bazo.
La vida es energía. Sin ella nada se mueve, la materia es inanimada. Cuando hay energía, vemos ánimo. No debemos hacer juicios negativos de nadie. Como conocedores de esas técnicas, nosotros solo debemos facilitar el movimiento de la energía dentro del propio cuerpo y del de las personas con las que nos relacionamos y tratamos.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata

jueves, 27 de septiembre de 2012

El futuro de nuestro planeta y los nuevos niños de hoy



Ya no nos cabe duda alguna de que nuestro mundo está inmerso en una oleada de cambios espectaculares. Los últimos decenios nos han traído un enorme conjunto de transformaciones como nunca antes se habían dado en la historia conocida de la humanidad. Esto nos llena de esperanza a muchos, pues los avances en la comunicación y la tecnología han conseguido que muchas barreras individuales, sociales y culturales vayan desapareciendo, y de este modo va surgiendo una conciencia más global, más planetaria.

Sin embargo, todos estos enormes cambios también generan unos temores de grandes proporciones en muchas personas, pues basan su seguridad en que todo se mantenga con el mismo esquema en el que viven y piensan que todo lo nuevo no traerá sino desgracias y pérdidas de sus valores, formas de vida y bienes materiales; haciendo caso a aquel pesimista refrán popular que dice “Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. De este modo dan la espalda al funcionamiento auténtico de la naturaleza y, por tanto, de la propia vida: todo es un fluir continuo, todo está en constante cambio y transformación. No hay más que observar un poco el bosque, el mar, la montaña o el desierto para darse cuenta de esta verdad. El filósofo presocrático Heráclito afirmaba aquello de “Todo fluye y nada permanece. Nunca te bañarás dos veces en el mismo río”.

En los últimos meses los medios de comunicación y los ciudadanos de a pie están hablando y comentando mucho acerca de lo que se denomina el “cambio climático”. Y es cierto que todos estamos tomando conciencia de que el clima es diferente y que cada vez más se están produciendo fenómenos meteorológicos extraños y radicales. De hecho, existen datos que corroboran esta apreciación:

*La actividad volcánica ha tenido un crecimiento del 500% desde 1875 (dato del Smithsonian Institute, de su catálogo “Volcanes en el mundo”).

*Mayor número de inundaciones, nieve en lugares calurosos (por ejemplo, en Kenia), aparición de enormes huracanes, deshielo de grandes extensiones de los polos.

*Incendios forestales más intensos y numerosos, aumento del calor en los océanos Pacífico y Atlántico, calor excesivo en zonas frías del planeta, agudización del fenómeno del Niño, etc.

*La actividad telúrica en el planeta ha tenido un crecimiento del 400% desde el año 1973 (dato de la U.S. Geological Survey).

*Mayor actividad solar y su consecuente aumento de la actividad electromagnética.

*Mayor actividad de tornados en zonas donde no se producían en tal cantidad.

*Inclinación del eje magnético de la Tierra. Científicos de la NASA afirmaron que el seísmo que produjo el maremoto en el sudeste de Asia el 26 de diciembre de 2004 cambió el eje terrestre, acelerando su rotación y acortando la duración del día en 3 microsegundos. Según estos científicos, la inclinación del eje terrestre habría aumentado.

Por otra parte, desde hace unos pocos meses ha surgido la gran crisis del sistema financiero mundial, que ha provocado un enorme miedo en un gran número de personas. Pero lo cierto es que esta crisis (o mejor, desplome de la economía) es el resultado de la especulación, el fraude, la injusticia, la ambición desmesurada y la corrupción que existen en las altas esferas del sistema imperante. Es una muestra más de que el mundo está cambiando a gran escala (esto sería algo similar a la caída de Roma, del imperio romano, para dar lugar al nacimiento de una nueva sociedad). El sistema comunista se vino abajo y ahora se hunde el sistema capitalista; hemos de crear un nuevo sistema social y económico más transparente, justo, solidario y honesto.

A comienzos del pasado mes de noviembre, se produjo un acontecimiento espectacular en el mundo: nada más y nada menos que la elección de un presidente de raza negra, por vez primera en la historia, en Estados Unidos. Me refiero a Barak Obama, por supuesto. Dicho acontecimiento representa otra muestra evidente de los importantes cambios que se están produciendo en nuestro planeta. Los mensajes que Obama está transmitiendo a todos los ciudadanos hablan de esperanza, de cambio, de que unidos podemos. Su frase más famosa es la de “Yes, we can” (“Sí, podemos”); y otra afirmación suya es “Ahora es nuestra gran oportunidad. Todos somos Uno”. De este modo, podemos observar que este presidente se halla en completa sintonía con el futuro próximo hacia el que nos encaminamos: un mundo de paz, unidad, solidaridad y amor.

Podríamos mencionar más hechos y evidencias de los grandes cambios que se están produciendo en el globo terráqueo, pero ahora prefiero hablarle, querido lector o querida lectora, de un tema insólito y apasionante; vamos a centrarnos en un asunto que suele pasar desapercibido y que también está relacionado con el futuro de nuestro mundo. Se trata de los niños que están naciendo en los últimos años; son niños muy especiales y diferentes a los de anteriores generaciones. Ginecólogos, matronas y demás profesionales que asisten a las mujeres en el momento del parto, afirman que en los últimos años los niños nacen con los ojos abiertos, a diferencia de los antiguos nacimientos en que los infantes nacían con los ojos cerrados y permanecían así varios días. Esto es una demostración de que estos niños son más avanzados.

En otro ámbito, podemos escuchar a muchas personas decir de niños cercanos o de su familia aquello de “¡Este niño cómo habla, parece un viejo!”. Muchos niños hablan como un adulto y con una gran sabiduría. Yo mismo, en mi labor de investigador, psicólogo y psicoterapeuta, he podido constatar desde hace unos años que efectivamente estos niños de ahora son mucho más despiertos, inteligentes y sabios, así como más amorosos y compasivos.

Los niños de ahora, tan especiales, son conocidos por diferentes nombres:

-Superdotados o de Altas Capacidades, puesto que muchos de ellos
obtienen un coeficiente de inteligencia (CI) de más de 130.

-Índigo y Cristal, en referencia al color de su campo electromagnético o aura.

-Estrella, por ser niños más conectados con la dimensión elevada del ser
humano, según las investigaciones de Georg Kühlewind, profesor de la
Universidad de Budapest.

-De la Nueva Generación o Generación Tercer Milenio (GTM), atendien-
do al hecho de que son los infantes que están naciendo en los últimos años.

-De Alta Sensibilidad, en diferentes niveles (físico, emocional, psíquico, so-
cial...). Tema que está siendo estudiado por diversos psicólogos de distintos
países.

-De Hemisferio Derecho, porque muestran un gran desarrollo de su hemisfe-
rio derecho del cerebro, mucho más que las anteriores generaciones. Esta es
una denominación acuñada por mí mismo.


Para hacernos una idea más precisa, deseo explicar ahora que estos niños de hoy poseen una serie de características que, en general, son las siguientes: son distraídos o demasiado inquietos en clase, utilizan un lenguaje muy desarrollado para su edad, tienen percepciones extrasensoriales, poseen miradas muy profundas y sabias, presentan un alto grado de sensibilidad, tienen mucha energía y vitalidad, aprenden muy rápido, manejan los ordenadores y la tecnología punta desde bien pequeños, muestran mucho interés por temas profundos (como la muerte o Dios, por ejemplo), adoran la naturaleza, pueden hacer dos o tres actividades a la vez, muestran una curiosidad insaciable (siempre preguntan el por qué de las cosas), son nobles e íntegros, tienen mucha imaginación y creatividad, son muy intuitivos, y tienen una visión más global de las situaciones.

Es muy interesante la aportación del antropólogo e investigador John White, miembro de la Asociación Antropológica Americana (American Anthropological Association), que afirma que: “Se está perfilando una nueva humanidad que se caracteriza por una psicología ya modificada, basada en la expresión del sentimiento y no en su represión. Esto se traduce en: una motivación solidaria y amorosa, no competitiva y agresiva; una lógica multinivel-integrada, no lineal-secuencial; un sentido de identidad inclusiva-colectiva, no aislada-individual; y capacidades psíquicas utilizadas con propósitos benevolentes y éticos, no dañinos ni inmorales.” Este investigador concluye que se está produciendo un gran giro de la humanidad en su conjunto, lo cual dará lugar a la aparición del Homo Noeticus (Hombre de Conciencia), que constituye el siguiente escalón en la evolución humana.

Esta apreciación me recuerda lo que postulaba mi amigo Colin Bloy, investigador incansable de origen británico, ya fallecido, cuando mencionaba aquello de que nos encontramos en la transición del Homo Sapiens al Homo Amans. Desde luego que vamos a convertirnos en Seres Humanos Amorosos superando al Humano Racional, de eso no me cabe la menor duda, se trata del siguiente paso en la evolución del hombre.

En la misma línea se expresa Georg Kühlewind, profesor de química-física de la Universidad de Budapest e investigador de los nuevos niños, a los que llamó Niños Estrella por la importante conexión que tienen con la dimensión transcendente o elevada del ser humano. Afirma que: “Desde hace unos veinte años nacen más y más niños que en su ser y su comportamiento se apartan de aquellos a los que están acostumbrados padres y pedagogos. Una nueva generación de almas entra en la tierra..., niños que traen una gran madurez, que están descontentos con el mundo de los adultos y que, con un poderoso impulso espiritual, quieren transformar este mundo. Este es el suceso más importante en los tiempos actuales.” Bellas palabras, Georg.

El Doctor Abad Merchán, director regional de Programas Culturales del Museo del Banco Central de Ecuador, una eminencia en antropología y sociología, resaltó que estamos viviendo un momento único y muy especial en términos de aceleración evolutiva de la humanidad. Y expresa que “Hay que reconocer que la presencia de los nuevos niños/as, llamados talentosos u otros, representa el símbolo en vida de un cambio trascendental de la humanidad actual, sólo comparable con los grandes hitos históricos de adaptación a lo largo del llamado ascenso del ser humano, tales como el fuego, la agricultura o la revolución industrial. Pero el cambio actual no incluye solamente el mundo físico y externo, sino principalmente interno, a través de la modificación de la Conciencia... Desde el punto de vista sociológico, el siglo XX es visto como un espacio de tiempo con una aceleración de la historia de la humanidad. Somos testigos y protagonistas de los grandes cambios socio-antropológicos y sobre todo emocionales-espirituales. El cambio del corazón puede ser más rápido que cualquier otro. No existe otra opción de cambio, ahora, que esa. El cambio va a ser espiritual, empezando por la transformación personal de cada uno. Lo que hubiera tomado muchos siglos, con esta aceleración histórica y con el aparecimiento de estos nuevos niños/as, altamente empáticos y talentosos, lo vamos a presenciar en tan sólo un par de décadas.”

Hace unos días, cuando me hallaba conduciendo mi automóvil en compañía de mi hijo Daniel, de 9 años de edad, éste me declaró, de manera espontánea y sin tener relación con la conversación que estábamos manteniendo (pues hablábamos de asuntos de su colegio), lo siguiente: “Yo quiero un mundo donde haya gente que no se pelee, en el que todos seamos iguales, seamos felices, en el que nadie se maltrate y que nadie abuse de nadie, que nadie juzgue a las personas por cómo son, y que haya amor”. Me quedé estupefacto y maravillado por tener una muestra, una vez más, de lo muy conectados e inspirados que son estos niños, y de la hermosa conciencia global que ellos poseen de forma innata.

No me cabe ninguna duda de que nuestra sociedad necesita el desarrollo de las cualidades del hemisferio derecho cerebral y los niños de hoy ya lo traen incorporado. Hemos funcionado mucho con el hemisferio izquierdo, el lado racional, y ahora nos corresponde cultivar y activar la parte intuitiva, interna, creativa, artística, global, espiritual, emocional, amorosa. Sólo de esta manera conseguiremos una sociedad armónica, próspera y alegre.

Nuestro Planeta Azul está cambiando para llegar a ser un Mundo de Unidad, Paz y Amor. Los niños de hoy son una muestra sorprendente de este cambio. Ellos ayudarán a transformar el mundo; es responsabilidad de todos comprenderlos, atenderlos y apoyarlos ¡Ahora! ¡Unidos podemos, avancemos con fuerza e ilusión!.



Luis Sánchez González
Investigador, psicólogo y psicoterapeuta
E-mail:
luisglobalnueve@gmail.com

http://infanciadelanuevageneracion.blogspot.com.es/
 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

"El corazón tiene cerebro"


Que el corazón tiene cerebro es una metáfora, ¿no?
No. Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas y una compleja y tupida red de neu

rotransmisores, proteínas y células de apoyo.


¿Es inteligente?

Gracias a esos circuitos tan elaborados, parece que el corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro; y que puede aprender, recordar e incluso percibir. Existen cuatro tipos de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro de la cabeza.


Primera...

La comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias.


¿Significa eso que el corazón puede influir en nuestra manera de pensar?

Puede influir en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones.


Segunda conexión...

La información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como hormona del amor.


Tercera...

La comunicación biofísica mediante ondas de presión. Parece ser que a través del ritmo cardiaco y sus variaciones el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.


Cuarta...

La comunicación energética: el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Y se ha observado que cambia en función del estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico.


¿Y se ordena con las emociones positivas?

Sí. Y sabemos que el campo magnético del corazón se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros, es decir, que todos los que nos rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón.


¿A qué conclusiones nos llevan estos descubrimientos?

El circuito del cerebro del corazón es el primero en tratar la información que después pasa por el cerebro de la cabeza. ¿ No será este nuevo circuito un paso más en la evolución humana?


¿...?

Hay dos clases de variación de la frecuencia cardiaca: una es armoniosa, de ondas amplias y regulares, y toma esa forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y generosos. La otra es desordenada, con ondas incoherentes.


¿Aparece con las emociones negativas?

Sí, con el miedo, la ira o la desconfianza. Pero hay más: las ondas cerebrales se sincronizan con estas variaciones del ritmo cardiaco; es decir, que el corazón arrastra a la cabeza. La conclusión es que el amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente.


...

Ya ve, el cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad.


Parece ciencia ficción.

Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.


Pues parece que nadie lo utilice...

Es un potencial no activado, pero empieza a estar accesible para un gran número de personas.


¿Y cómo puedo activar ese circuito?

Cultivando las cualidades del corazón: la apertura hacia el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, el coraje...


¿Santos las 24 horas?

Es la práctica de pensamientos y emociones positivas. En esencia, liberarse del espíritu de separación y de los tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio, mecanismos que están anclados profundamente en el ser humano porque nos han servido para sobrevivir millones de años.


¿Y cómo nos libramos de ellos?

Tomando la posición de testigos, observando nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, y escogiendo las emociones que nos pueden hacer sentir bien. Debemos aprender a confiar en la intuición y reconocer que el verdadero origen de nuestras reacciones emocionales no está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior.


Ya.

Cultive el silencio, contacte con la naturaleza, viva periodos de soledad, medite, contemple, cuide su entorno vibratorio, trabaje en grupo, viva con sencillez. Y pregunte a su corazón cuando no sepa qué hacer.


·······················


La confianza como actitud vital




Quisiera que, a través de las siguientes líneas, pudiéramos tratar de desvelar algunas de las causas o claves que marcan la personalidad de cada uno de nosotros en el sentido de comprender cómo hemos llegado a desarrollar una actitud vital más o menos confiada.
No es fácil entender este proceso de construcción personal pues, como señala J. Garder en su libro El mundo de Sofía, “si la mente del ser humano fuera tan sencilla que pudiéramos comprenderla, entonces seríamos tan estúpidos que tampoco la
comprenderíamos”. No obstante vamos a tratar de realizar un acercamiento comprensivo hacia este tema.
Comencemos señalando que el término confiar proviene del latín confidare y lo podemos entender como la “esperanza firme que deposita una persona ante una determinada situación, persona u objeto”. Implica una actitud o predisposición a actuar de una forma particular en relación a los demás (confiar un secreto a un amigo), a los objetos (confiar en que el coche aguantará un año más), a situaciones vitales (confiar en que la vida transcurrirá por senderos que nos depararán bienestar) o en uno mismo (confiar en que seremos capaces de superar un determinado examen).Continuar leyendo en el siguiente enlace :

http://www.itgestalt.com/cms/sites/default/files/La%20CONFIANZA%20como%20actitud%20vital.%209-05%20M.%20SANA_0.pdf

jueves, 20 de septiembre de 2012

El rencor: No puedo perdonar



 
 

 
No puedo perdonar.

El que no puede perdonar es esclavo del rencor y del resentimiento, emociones negativas que tienen el poder de destruir el cuerpo.


El rencor es una pena guardada que contamina todas las experiencias porque cada nuevo dolor la vigoriza y la mantiene viva.


Amarga la vida y malogra el carácter, vuelve a las personas suspicaces y temerosas de repetir historias.


Es el ego el que no perdona cuando es herido porque teme perder la precaria autoestima de la imagen que ha construido de si mismo.


Es para defender una imagen que no perdonamos y nos condenamos a permanecer anclados en el pasado sin poder cambiar ni crecer, atados a los recuerdos ingratos.


Todos necesitamos que nos perdonen y perdonar para seguir adelante y darle una oportunidad al que se ha equivocado, porque nadie está libre de errores, ni siquiera nosotros.


Cuando alguien nos lastima o nos trata mal, volvemos a sentirnos igual que cuando nuestros padres nos reprendían por haber hecho una travesura.


Esa antigua sensación física de temor al rechazo o al abandono vuelve a aparecer como un fantasma cada vez que vivimos una amenaza igual aunque seamos adultos.


Eso ocurre generalmente cuando aún no se ha podido perdonar a los padres.


El ego gasta energía defendiéndose de las agresiones cotidianas, sin saber que el verdadero ser que somos es intocable y que nadie puede atacarlo ni dañarlo.


Cuando estamos identificados con el ego el resultado es invariablemente un continuo sufrimiento, como si estuviéramos en carne viva nos ofendemos cada vez que escuchamos nuestras propias críticas en boca de otro.

Por eso no podemos perdonar, porque el ego es muy vulnerable a la opinión de los demás que apenas nos conocen pero que nos dicen lo que no queremos oír que ya sabemos.


¿Por qué nos hieren lo que los otros dicen y nos duelen sus agresiones? Principalmente porque no estamos seguros de cómo somos y todavía nos estamos preguntando quienes somos.


¿Será porque aún no nos hemos comprometido seriamente con una postura personal y andamos por la vida improvisando según la dirección del viento o porque tal vez nos atrevemos todavía a actuar por capricho?


Somos severos con los otros pero indulgentes con nuestro ego que vive disfrazado de otro.


Lo que es indudable es que es mucho mejor recibir una crítica espontánea que una sonrisa fingida que oculta un mal pensamiento sobre nosotros.


La resistencia a la crítica es el signo de madurez que a casi todos nos falta, porque la mayoría prefiere que les mientan y no escuchar que los contradigan.


Sin embargo, una crítica constructiva es útil cuando se tiene la valentía de resistirla y de aprender de ella y no el temor de que mueva los cimientos de nuestra alma.


Seamos más valientes para resistir la crítica, aprendamos a perdonar los errores de otros y a aceptar que pueden pensar diferente sobre nosotros mismos.


Cada persona nos ve y nos juzga según su perspectiva, eso no significa que tengan razón, pero sí tienen el derecho de pensar lo que quieran.


No podemos agradar a todo el mundo ni tampoco es necesario. Lo más importante es estar conforme con uno mismo.


Perdonar no significa tener que frecuentar a una persona como si no hubiera pasado nada y olvidar todo, porque eso sería negación, el perdón va más allá de eso, significa no guardar emoción negativa alguna ligada al agravio, porque es la emoción la que se enquista en el cuerpo y se transforma en una célula cancerosa.

Morrison Sophia
sobre EL EGO Y EL RENCOR
 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Aprender a perdonar







Una bella historia del Buda sobre el auténtico sentido del perdón:

En la literatura clásica budista se cuenta como en alguna ocasión el Buda se encontraba sentado bajo la sombra de un árbol dialogando con sus discípulos más cercanos, cuando de pronto un hombre se le acercó y sorpresivamente le escupió en la cara. El Buda entonces le dijo: “¿Qué

sigue? ¿qué es lo que ahora quieres decirme?” El hombre se mostró perplejo para con la respuesta y cuestionamientos del Buda, ya que él mismo nunca anticipó que al escupir sobre alguien pudiera éste responder con dicho cuestionamiento. En el pasado ya había insultado a otras personas, quienes reaccionaban dominadas por el enojo, o con cobardía, externando una falsa sonrisa, tratando así de comprar su aprobación. Sin embargo, el Buda no era como ninguno de esos hombres, no estaba enojado ni ofendido, como tampoco mostraba debilidad o miedo. Tan sólo replicó “¿Qué sigue?” Sin manifestar reacción emocional alguna.

Naturalmente, los discípulos del Buda se llenaron de ira y así reaccionaron. Ananda, su asistente personal, dijo: “¡Esto es demasiado y no lo podemos tolerar. El hombre debe ser castigado ya que de otra manera todo mundo comenzará a hacer cosas similares!”


Sorpresivamente el Buda le dijo: “¡Mantente en silencio Ananda, el hombre no me ha ofendido como tú ahora lo haces! Él es alguien nuevo, un extraño. Debe haber escuchado de alguna persona algo acerca de mí, que soy un ateo, un hombre peligroso quien distrae a la gente de su sendero, un revolucionario, quizá un corruptor. Así, debe haber formado una idea y opinión acerca de mi persona. Por tanto no me ha escupido, sino lo ha hecho sobre la noción errónea que tiene de mí. Ha escupido sobre la idea ilusoria que de mi persona ha formado, ya que no me conoce de forma alguna. Por tanto ¿cómo puede pensarse que ha escupido sobre mí?”


Así el Buda afirmó, “si lo piensas detenidamente, ha escupido sobre su propia mente. Yo no soy parte de ella y puedo apreciar que este pobre hombre debe tener algo más que decir, ya que finalmente esta es una forma de decir algo. El escupir es una forma de comunicación. Hay momentos cuando sentimos que el lenguaje es impotente: en el amor intenso, en el enojo candente, el odio y la plegaria. Existen instantes en donde el lenguaje es insuficiente y nos vemos dominados por la necesidad de hacer algo. Cuando estás enojado o intensamente molesto, golpeas a la persona, le escupes, comunicas algo. Puedo entenderlo, por lo que debe tener algo adicional que decir y así le pregunto “¿Qué sigue?, ¿qué es lo que ahora quieres decirme?”


El hombre, más perplejo que antes, escuchó al Buda decir a sus discípulos: “Estoy más ofendido con ustedes porque me conocen, por años han vivido conmigo y aún así reaccionan.”


Confuso y lleno de preguntas el hombre volvió a su casa, no pudo dormir en toda la noche. Cuando uno ve o interactúa con un Buda se hace imposible dormir de la misma manera que lo hacíamos antes. Una y otra vez se vio acosado por el recuerdo de la experiencia, no podía explicarse a sí mismo lo que había sucedido, temblaba y sudaba por todo su cuerpo. Nunca se había topado con un hombre como este, alguien capaz de transformar a la totalidad de su mente de sus patrones y su pasado.


A la mañana siguiente, el hombre de nueva vez buscó al Buda, postrándose ahora ante sus pies. El despierto le vio con ojos compasivos y así le preguntó: “¿Qué sigue?, ¿qué es lo que ahora quieres decirme?, esta es también una manera de expresar algo que no puedo ser dicho con el lenguaje. Cuando te acercas y tocas mis pies, estás intentando comunicarme algo que no puede ser externado de forma ordinaria, para lo que todas las palabras son un tanto estrechas, incapaces de contener la totalidad del significado.” Ahora el Buda volteó a su discípulo Ananda y le dijo: “Mira Ananda, este hombre ha vuelto, me está diciendo algo, se trata de una persona de profunda emotividad.”


El hombre dirigió su mirada al Buda y le dijo: “¡Perdóname por lo que te hice ayer!”


El Buda le replicó: “¿Perdonarte? Si ya no soy el mismo hombre a quien le hiciste eso. Así como el Ganges continua fluyendo nunca siendo el mismo, cada hombre es un río. El hombre al que ayer le escupiste ya no está aquí presente, me parezco a él pero no soy el mismo. ¡Mucho es lo que ha transcurrido en estas últimas 24 horas! ¡El río ha fluido tanto! Por ello, no puedo perdonarte ya que no guardo rencor alguno para contigo.


“Tu también eres alguien nuevo, puedo ver que no eres el mismo hombre quien se me acercó el día de ayer para escupirme. Hoy ante mí te postras tocándome los pies. ¿Cómo puede pensarse que eres el mismo hombre? No eres entonces igual, olvidemos lo pasado. Esas dos personas, tanto el hombre quien escupió, así como el que fue escupido, ya no existen más. ¡Por ello acércate más querido amigo y hablemos de otra cosa!”


Traducción y adaptación: Marco Antonio Karam, Presidente y fundador de Casa Tibet México.

martes, 18 de septiembre de 2012

Claves de Mindfulness y Meditación Transpersonal

Durante las últimas dos décadas y conforme hemos avanzado en la investigación de la Terapia y la Educación Transpersonal, hemos ido también comprobando el gran beneficio que la práctica de la meditación y del mindfulness, conllevan en los seres que la realizan de forma asidua.
Esto nos ha llevado a proponer a nuestros alumnos la creación de salas de meditación para recibir de forma libre y gratuita, a quienes deseasen celebrar el silencio en grupo.
El proyecto creció de forma vertiginosa, y de pronto ya no solo nacían iniciativas en España y Portugal, sino que también nacían salas de alumnos de la Escuela en Chile, Colombia, México, Suecia, EE.UU., Irán... www.fundaciontranspersonal.com
Así pues a lo largo de cada una de las próximas 7 semanas responderé a 7 de las preguntas que he solicitado a los variados asistentes a la práctica. Confío que este enfoque contribuya a clarificar las bases de la Meditación Transpersonal y motive a realizarla de forma asidua.
José María Doria


 

 

1. ¿Cuáles son los beneficios de la meditación?

Puede afirmarse que los beneficios de la meditación son innumerables. Sin embargo, dado que esta es una práctica por la que se “atraviesa” y trasciende la mente racional, el hecho de hablar de “beneficios” en términos de ganancia, puede parecer un contrasentido. De hecho, al hablar de adquisición o pérdida para motivar su práctica, lo que paradójicamente hacemos es reforzar el lenguaje de una dimensión “evaluativa” que precisamente pertenece al nivel, que con la meditación se trasciende. Leer…

 

 

1. Yo practico relajación, ¿es eso lo mismo que meditar? 


La relajación se limita a distender los músculos el cuerpo. Y como ejercicio, aunque tal distensión alcance cierta pacificación general, en su sentido más estricto, no va más allá de este objetivo. Por el contrario la meditación, aunque conlleva cierto grado de relajación, añade algo adicional que consiste en el despertar de una sostenida observación, al tiempo que se mantiene la atención en la presencia del ahora. Leer…





Claves de Mindfulness y Meditación Transpersonal (3)

Por José María Doria

 

 

 

 

1. Entonces. ¿Qué es meditar? ¿Sólo observar?


Meditar es estar plenamente atentos y conscientes en todo lo que somos y experimentamos. Es decir, darse cuenta en todo momento de lo que está ocurriendo, al tiempo que nos mantenemos en el presente, instante a instante en el cotidiano curso del devenir. Meditar es fundamentalmente “observar” y “atestiguar”. Observar en total atención lo que sucede en la mayoría de los aspectos de la experiencia humana. Leer…


 

 

1. ¿Acaso la solución a este momento crítico de nuestra sociedad, apunta hacia la mirada interna como salida? ¿No parece una técnica de avestruz, es decir, algo muy pasivo?

El mensaje sutil de este manual hace referencia a la frase que dice: “La salida está dentro”. Es decir, a la mirada interna hacia las raíces de lo visible y pensable que con todas sus consecuencias, posibilita la deconstrucción y salida de modelos obsoletos, modelos cuya lenta agonía es causa de dolor y crisis. Leer…





Claves de Mindfulness y Meditación Transpersonal (1)

Por José María Doria

 

 

 

 

1. Ante la gran crisis del mundo actual, nos preguntamos qué significado puede tener la depresión económica y qué es lo que realmente sucede.

Sucede que la Humanidad no cesa de crecer y transformarse. Un proceso natural que mediante ciclos ininterrumpidos, nos moviliza de forma sostenida al desprendimiento de lo viejo y al consiguiente nacimiento de lo nuevo. Leer…

domingo, 16 de septiembre de 2012

Sanar un Corazón herido







Algo o alguien acaban de romper tu corazón. Estabas desprevenido ante una traición, un comportamiento horrible o la pérdida de un ser amado.

Las emociones son parte vital de lo que somos y, sin embargo, no podemos entender por qué se necesita tanto tiempo para sanar las heridas emocionales. . Debemos entender que una sanación emocional completa requiere tiempo.


Nuestra te
ndencia humana es evitar situaciones dolorosas… las enterramos. ¿Podemos alguna vez confiar de nuevo en aquellos que nos hirieron tan profundamente?

Pequeña historia
Había una vez un joven que proclamó tener el más hermoso e intachable corazón. Un viejo le desafió. La multitud miró al corazón del anciano. El corazón le latía fuertemente, pero estaba lleno de cicatrices. Algunas partes le habían sido retiradas y otras le habían sido puestas, pero no quedaban del todo bien. El anciano miró al joven: “Nunca cambiaría mi corazón por el tuyo”. Cada cicatriz representa una persona a la que le he dado mi amor. Me he sacado un pedazo y se lo he entregado a ellos. A veces me daban una pieza de su roto corazón, la cual añadía al mío. Cuando la persona no correspondía a mi amor, quedaba un doloroso agujero. Esos agujeros permanecen abiertos, recordándome que yo amé a esas personas. Es posible que algún día ellos regresen y llenen ese espacio”.

El dolor sale, el amor sana...

Cómo tratar las emociones con nosotros mismos y con los niños










Las emociones no deberían ser juzgadas o reprimidas. Las emociones son una parte vital de ustedes como seres humanos, y como tales necesitan ser respetadas y aceptadas. Ustedes pueden considerar a sus emociones como a sus niños, quienes necesitan su atención y respeto, y su guía.
Una emoción puede ser mejor vista como una ener
gía que viene a ustedes para ser sanada. Por lo tanto, es importante no dejarse llevar completamente por la emoción, sino permanecer capaz de observarla desde una postura neutral. Es importante estar conciente. Uno podría decirlo de este modo: ustedes no deberían reprimir una emoción, pero no deberían sumirse en ella tampoco. Porque cuando ustedes se anegan en ella, cuando ustedes se identifican con ella completamente, el niño en ustedes pasa a ser un tirano que los llevará a extraviarse.

Lo más importante que ustedes pueden hacer con una emoción es reconocerla, sentir todos los aspectos de ésta, mientras no pierden su conciencia. Tomen por ejemplo la ira. Ustedes pueden invitar a la ira a estar totalmente presente, experimentándola en su cuerpo en varios lugares, mientras ustedes están al mismo tiempo observándola neutralmente. Tal tipo de conciencia es sanadora. Lo que sucede en esta circunstancia, es que ustedes abrazan a la emoción, lo cual es esencialmente una forma de incomprensión, con comprensión. Esto es alquimia espiritual.

Por favor déjenme explicar con la ayuda de un ejemplo. Su hija se ha golpeado su rodilla con la mesa y está realmente herida. Ella está perturbada, gritando con dolor, y ella patea la mesa porque está enojada con ella. Ella considera que la mesa es el origen del dolor.

La guía emocional en este momento significa que los padres primero ayuden a la niña a nombrar a su experiencia. “Tú estás enojada, ¿no es así? – tienes dolor, ¿correcto?”. Nombrarlo es esencial. Ustedes transfieren la raíz del problema desde la mesa a la niña misma. No es la mesa, eres tú quien está dolorida, eres tú quien está enojada. ¡Y sí, yo comprendo tu emoción!

Los padres abrazan la emoción de la niña con comprensión, con amor. En el momento en que la niña se sienta comprendida y reconocida, su ira se desvanecerá gradualmente. El dolor físico puede aún estar presente, pero su resistencia al dolor, la ira alrededor de esto, puede disolverse. La niña lee compasión y comprensión en sus ojos, y esto relaja y calma sus emociones. La mesa, la causa de las emociones, ya no es más pertinente.

Al abrazar una emoción con comprensión y compasión, ustedes cambian el foco de la atención de la niña desde el exterior hacia el interior, y ustedes le enseñan a la niña a tomar responsabilidad por la emoción. Ustedes le están mostrando a ella que su reacción a un disparador externo no es algo determinado, sino que es una cuestión de elección. Ustedes pueden elegir incomprensión o comprensión. Ustedes pueden elegir luchar o aceptar. Ustedes pueden elegir.

Esto también se aplica a las relaciones con sus propias emociones, su propio niño interior. Darle cabida a sus emociones, nombrarlas y hacer un esfuerzo por entenderlas, significa que ustedes verdaderamente respetan y aprecian a su niño interior. Hacer el cambio desde lo ‘externo’ hacia lo ‘interno’, tomar responsabilidad por la emoción, ayuda a crear un niño interior que no quiere herir a nadie más, que no se siente victimizado. Las emociones fuertes – ya sea ira, aflicción o temor – siempre tienen el componente de la impotencia, ej sentir que ustedes son la víctima de algo que es externo a ustedes. Lo que ustedes hacen cuando se enfocan, no en las circunstancias externas a ustedes, sino en cambio en su reacción y en su dolor, es que ustedes ‘descartan’ al mundo externo como la causa de sus emociones. Ustedes no se preocupan mucho más por lo que ocasionó la emoción. Ustedes se vuelcan completamente hacia el interior y se dicen a ustedes mismos: muy bien, ésta ha sido mi reacción, y comprendo por qué. Comprendo por qué me siento del modo en que me siento, y voy a asistirme en esto.

Volverse hacia sus emociones de esta manera amorosa, es liberador. Esto requiere una especie de autodisciplina. Librar a la realidad exterior de ser el ‘orígen del mal’ y tomar ustedes mismos total responsabilidad, significa que reconocen que ‘ustedes eligen reaccionar de un cierto modo’.

Ustedes dejan de discutir sobre quién tiene razón y quién no la tiene, quién es el culpable de eso, y ustedes simplemente liberan la cadena completa de eventos que sucedieron fuera de su control. ‘Yo ahora experimento esta emoción con total conciencia de que yo elijo hacerlo así’. Esto es tomar responsabilidad. ¡Esto es coraje!

La autodisciplina en esto es que ustedes renuncian a ser rectos y a ser la víctima desamparada. Ustedes renuncian a sentirse encolerizados, incomprendidos y todas las otras expresiones de victimización que pueden sentirse totalmente bien en algunos momentos. (De hecho, ustedes frecuentemente estiman a las emociones que más los traban). Tomar responsabilidad es un acto de humildad. Esto significa ser sincero con ustedes mismos, incluso en sus momentos de mayor debilidad.

Esta es la autodisciplina que se les pide. Al mismo tiempo, esta clase de vuelco hacia el interior requiere la mayor compasión. La emoción a la que ustedes están francamente preparados para enfrentar como su propia creación, también es considerada con tierna comprensión. ‘Tú eliges la cólera esta vez, ¿no es así?’ puede ser lo que descubran respecto a ustedes mismos. La compasión les dice: ‘Muy bien, puedo ver por qué, y te perdono’. ‘Tal vez cuando tú sientas más claramente mi amor y apoyo, tú no te sentirás inclinado a tomar esa respuesta la próxima vez’.

Este es el verdadero rol de la conciencia en la autodisciplina. Esto es lo que significa la alquimia espiritual.

La conciencia no pelea o rechaza nada; ésta rodea a la oscuridad con comprensión. Ésta rodea las energías de incomprensión con comprensión y así convierte el metal en oro. La conciencia y el amor son esencialmente lo mismo. Ser conciente significa dejar que algo sea y rodearlo con su amor y compasión.

Con frecuencia ustedes piensan que ‘la conciencia solamente’ no es suficiente para superar sus problemas emocionales. Ustedes dicen: yo sé que tengo emociones reprimidas, conozco la causa de ellas, soy conciente, pero esto no pasa.

En ese caso, dentro de ustedes hay una sutil resistencia a esa emoción. Ustedes mantienen la emoción a una distancia, por temor o por sentirse agobiado por ella. Pero ustedes nunca son agobiados por una emoción, cuando ustedes concientemente eligen admitirla.

Siempre y cuando mantengan la emoción a una distancia, ustedes estarán en guerra con ella. Estarán luchando con la emoción y ella se volcará en contra de ustedes de varias maneras. A la larga ustedes no pueden mantenerla fuera. Ella se manifestará en su cuerpo como un dolor o una tensión, o como un sentimiento de depresión. Sentirse agotado o fatigado es un claro signo de que ustedes están reprimiendo ciertas emociones.

La cuestión es que ustedes necesitan permitir que sus emociones entren a su conciencia plenamente. Si ustedes no saben exactamente qué emociones hay ahí, ustedes muy bien pueden comenzar por sentir las tensiones en su cuerpo. Ésta es una puerta para las emociones. En su cuerpo todo está acumulado. Por ejemplo, si ustedes sienten dolor o tensión en el área de su estómago, ustedes pueden ir ahí con su conciencia y preguntar qué hay. Permitan que las células de su cuerpo les hablen. O imaginen que, allí mismo, el niño está presente. Pídanle al niño que les muestre qué emoción es predominante en él o en ella.

Hay varias maneras de ponerse en contacto con las emociones que hay dentro de ustedes. Es esencial reconocer que la energía que quedó atascada en la emoción quiere moverse. Esta energía quiere ser liberada y por lo tanto golpea a sus puertas como una queja física o como un sentimiento de estrés o depresión. Para ustedes, es cuestión de realmente abrirse y estar preparado para sentir la emoción.

Las emociones son parte de su realidad terrestre – pero ellas no deberían dominarlos. Las emociones son como las nubes para el sol. Por consiguiente es tan importante ser conciente de sus emociones y tratarlas concientemente. Con un cuerpo emocional claro y equilibrado, es mucho más fácil entrar en contacto con su alma o núcleo interior, a través de su intuición.

En su sociedad hay mucha confusión en torno a las emociones. Esto es evidente, entre otras cosas, por la cantidad de debate y confusión que hay con respecto a cómo educar a sus niños. Los niños son claramente mucho más emocionalmente espontáneos de lo que son ustedes como adultos. Esto crea dificultades. ¿Qué ocurre si se sobrepasan algunos de sus límites morales? ¿Qué sucede si la situación se va de las manos y surge el caos? ¿Uno tiene que castigar a los niños o permitirles expresarse libremente? ¿Sus emociones tienen que ser controladas o no?

Lo que es importante en la educación de un niño es que él aprenda a comprender sus emociones. Comprender de dónde vienen y ser responsable por ellas. Con su ayuda, el niño puede aprender a ver sus emociones como ‘estallidos de incomprensión’. Esta comprensión evita que él quede ‘anegado’ en sus emociones y pierda el control. La comprensión libera y los lleva de vuelta a su centro, sin reprimir la emoción. Los padres le enseñan a su hijo a tratar con las emociones de esta manera siendo el ejemplo viviente de ello.

Todas las preguntas que ustedes se hacen acerca de cómo tratar con sus hijos también se aplican a ustedes mismos. ¿Cómo se las arreglan con sus propias emociones? ¿Son duros consigo mismos? ¿Cuándo se sienten enojados o tristes por mucho tiempo, se castigan a ustedes mismos diciendo: “vamos, sigue andando, y no te quedes colgado”? ¿Suprimen la emoción? ¿Sienten que castigarse a sí mismo es bueno y necesario? ¿Quién les enseñó esto? ¿Fueron sus padres?

¿O se van al otro extremo? Se ‘revuelcan’ en sus emociones, no queriendo soltarlas. Con frecuencia este también es el caso. Ustedes pueden haber sentido por mucho tiempo que eran una víctima de una situación externa a ustedes, por ejemplo su educación, su pareja o su ambiente de trabajo. En un determinado momento, puede ser muy liberador entrar en contacto con la ira dentro de ustedes relacionada con las cosas negativas que los influencian. La ira puede permitirles escaparse de estas influencias, y seguir su propio camino. Sin embargo, ustedes pueden enamorarse tanto de su ira, que ya no quieren más darse por vencidos. En lugar de ser una puerta, esto pasa a ser una ‘forma de vida’. Entonces surge el papel de víctima, que es cualquier cosa menos sanador. Esto les impide a ustedes mantenerse en su propio poder. Es muy importante ser responsables de sus propias emociones y no hacer de ellas ‘verdades absolutas’. Cuando ustedes les dan a ellas la condición de verdades, en lugar de considerarlas como ‘estallidos de incomprensión’, ustedes basarán sus acciones en ellas, y esto los llevará a tomar decisiones no centradas.

Lo mismo sucede con los niños a quienes se les permiten demasiada libertad emocional. Ellos ‘corren desenfrenados’ y se vuelven incontrolables; ellos se vuelven pequeños tiranos, y eso no está bien. El caos emocional es tan desagradable para el niño exactamente como lo es para los padres.

En breve, ustedes pueden ser tanto estrictos como demasiado indulgentes al tratar con sus emociones (y, en analogía, con sus niños). Quiero examinar un poco más el modo ‘indulgente’, porque éste parece ser más el tema de discusión hoy en día. Desde los ‘sesenta’ ha habido una comprensión colectiva de que no se suprimirían sus emociones, porque entonces se estaría sofocando su espontaneidad y creatividad, en efecto su verdadera alma. La sociedad produciría niños obedientes y disciplinados quienes prestarían más atención a las reglas que a los susurros del corazón, y esto sería una tragedia – tanto para la sociedad como para el individuo.

¿Pero qué hay en el otro extremo: qué hay en cuanto a justificar las emociones de tal modo que ellas asumen la dirección y gobiernan sus vidas?

Ustedes pueden observar muy bien dentro de ustedes si hay emociones que las estiman de tal modo que las están considerando realmente como verdades (en lugar de lo que ellas realmente son: estallidos de incomprensión). Ustedes se han identificado con estas emociones. La paradoja es que, muy frecuentemente, éstas son emociones que les causan mucho sufrimiento. Por ejemplo: victimización (‘yo no puedo hacer esto’, ‘yo no puedo ayudar en esto’, liderazgo (‘yo me ocuparé de esto’, ‘yo lo voy a manejar’), tristeza, miedo, ansiedad, etcétera. Estas son todas emociones que son dolorosas pero aún así, en otro nivel, les dan a ustedes algo especial de qué agarrarse.

Tomen el ‘sentimiento de víctima’. Puede haber ventajas en este patrón de sentimiento. Puede darles a ustedes una sensación de seguridad. Los libera de ciertas obligaciones y responsabilidades. ‘Yo no puedo ayudar, ¿o sí?’ Es un rincón oscuro en el cual se están sentando, pero parece un lugar seguro.

El peligro de identificarse o ‘fundirse’ con tal patrón de sentimiento por mucho tiempo es que ustedes pierden contacto con su propia verdadera libertad, su núcleo divino más interno.

En el camino de su vida pueden haber entrado cosas que justificadamente han provocado emociones de cólera y resentimiento dentro de ustedes. Esto puede haber sucedido durante su juventud, más tarde, o incluso en vidas pasadas. Es muy importante que ustedes contacten estas emociones conscientemente, y que se percaten de la cólera, de la tristeza o de cualquier otra energía cargada intensamente dentro de ustedes. Pero en determinado momento, ustedes necesitan tomar responsabilidades por sus emociones, porque ellas constituyen susreacciones a un suceso externo.

Ser centrados, ser claros y poderosos y estar en equilibrio espiritualmente, significa que toman una total responsabilidad por todas las emociones que están en ustedes. Entonces ustedes pueden reconocer la emoción de (por ejemplo) cólera dentro de ustedes y al mismo tiempo decir: esta fue mi reacción a un determinado suceso. Yo rodeo está reacción con comprensión, pero al mismo tiempo me propongo liberarla.

La vida finalmente no se trata de ser correcto; se trata de ser libre y completo. Es muy liberador soltar viejas respuestas emocionales que han pasado a ser un ‘estilo de vida’.

Uno podría decir que todo gira en torno al sutil camino intermedio entre suprimir emociones y sumirse en ellas. En ambos extremos, ustedes han sido educados con opiniones e ideales que no concuerdan con la naturaleza de la alquimia espiritual. La esencia del desarrollo espiritual es que ustedes no suprimen nada, sino que al mismo tiempo toman total responsabilidad por eso.

Yosiento esto, yo elijo esta reacción, por lo tanto yo puedo sanarlo. Reclamar su maestría, en verdad de esto se trata mi mensaje.

Tal vez no es realmente un camino intermedio, sino un camino diferente.

Todo esto tiene que ver con la alquimia espiritual. Al aceptar todo lo que está dentro de ustedes, se elevan sobre eso y pasan a ser su maestro. La maestría es tanto fuerte como dócil. Es muy tolerante y aún así requiere de gran disciplina: la disciplina del coraje y la sinceridad.

Reclamen su maestría, vuélvanse los maestros de las partes y piezas que los torturan, a menudo a espaldas de ustedes. Entren en contacto con ellas, tomen responsabilidad. No se dejen llevar por heridas emocionales inconscientes que los desvían y que bloquean su camino hacia la libertad interior. Es su conciencia la que sana. Ningún otro puede recuperar por ustedes el poder sobre sus propias emociones. No existen instrumentos externos o medios para eliminar esas emociones. Es siendo conscientes de ellas, con fuerza, con determinación y con compasión, que ellas son liberadas a la Luz.

Llegar a estar ileso y libre en el nivel emocional es uno de los aspectos más importantes del desarrollo espiritual. Quiero finalizar diciendo esto: no hagan esto más difícil de lo que es. El camino espiritual es un camino simple. Se trata de del amor por ustedes mismos y de la claridad interior. No requiere ningún conocimiento específico ni rituales específicos, reglamentos o métodos. Todo lo que ustedes necesitan para su desarrollo espiritual está dentro de ustedes.

En un momento tranquilo, vayan a la parte sensible de ustedes. Dejen que este lado sensible les diga lo que necesita para ser aclarado y purificado dentro de ustedes. Confíen en su intuición. Trabajen en eso. Crean en ustedes mismos. Ustedes son el maestro de su vida, el maestro de su único camino hacia el amor y la libertad.