lunes, 8 de octubre de 2012

La vida como un espejo





La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente se enoja, si yo estoy enojado; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo:
Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa.
La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.
Gandhi




Ya se ha tratado alguna que otra vez en este blog la importancia que tiene el trabajo personal con la Sombra, la toma de consciencia de que todo aquello que nos irrita ahí fuera no es sino un reflejo de lo que nuestro subconsciente guarda y no permitimos que se manifieste, así que no nos extenderemos mucho sobre el asunto.Sólo una breve introducción al vídeo que se adjunta.
Los trabajos basados en la sombra parten de una afirmación jungiana: “uno no llega a la iluminación imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad”. El objetivo es ser personas completas, no simplemente buenas.
En la dualidad de nuestra cultura occidental, a todo individuo se le identifica con uno de los polos, bien y mal, sin darnos cuenta de que ambos forman parte de una totalidad y de que, a fin de cuentas, no son reales más allá de nuestro grupo social. Pero, “como es dentro es fuera”, me reprimo yo, luego reprimo a los demás. Y entonces es cuando, un día que las fuerzas de la opresión flaquean, se escucha aquello de “quién diría que sería capaz de algo así, con lo intachable que era su conducta…”. Debbie Ford, autora de El efecto de la sombra, utiliza el ejemplo de los balones de agua. Podemos hundirlos mediante presión o sentándonos encima de ellos, pero tarde o temprano volverán a emerger. Y cuanto más hayamos querido hundirlos, con más fuerza resurgirán en la superficie.
Una vez que se es consciente de ello, la sombra se vuelve aliada, no enemiga. Las fuerzas, para ser poderosas, deben trabajar en un único sentido, no en una oposición. Quienes gusten de divagar con la trilogía de Matrix más allá de los efectos especiales pueden apreciar todo este asunto en el modo en que cambia el conflicto según se desarrolla la historia. Al principio, hay que escapar del programa y luchar contra las máquinas, las malas de la película.
Pero la cosa se le complica a Neo cuando descubre que el Oráculo, su guía para la salvación de los humanos, es un programa más y forma parte del mundo de las máquinas. Así que ya no todo es tan sencillo como una dualidad entre lo blanco y lo negro: la oscuridad encierra dentro de sí una llave y permite que la luz tenga una oportunidad. Todo lo cual conducirá a la batalla final con el agente Smith.
 
Después de tres películas dándose de todo menos las gracias, Neo descubre que la lucha será eterna si sigue tratando de imponer su “bien”  contra el “mal” a base de combatirlo y tratar de destruirlo. Es decir, sólo si integra a su opuesto y ambos resurgen como un todo se hará la luz.
Ycomo el primer paso es encontrar al agente Smith particular que debemos integrar, he aquí una conferencia de Enric Corbera sobre cómo usar los espejos que la vida nos ofrece a diario para ello.
Además de a Jung, utiliza las enseñanzas de Un curso de milagros para ilustrar con multitud de ejemplos de la vida diaria cómo debemos reflexionar sobre cada acontecimiento que nos altera e irrita sobremanera, desde el encuentro con un “imbécil” hasta un simple trapo de cocina sucio.





Que la sombra os acompañe…
Fuente:http://www.erraticario.com